LA OTREDAD

SEGUNDO ACERCAMIENTO

 

Por empezar, realizamos una videollamada en la que nos planteamos cómo encarar el retrato de esta persona. En primer lugar, nos pareció que contar a una persona a partir de una foto nos es más difícil que hacerlo a través de un video, por lo que decidimos pensar primero una idea para el futuro video, y con esta base ya centrarnos en las fotos. 

Cabe mencionar, que si bien partimos de ciertos rasgos u objetos característicos de esta persona real, decidimos ficcionalizar la persona que en realidad estamos contando, ya que dos de nosotros, al no conocer verdaderamente a Florencia, nos es más difícil profundizar realmente en ella. 

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Partiendo de las primeras fotografías que tomamos de esta persona, comenzamos a preguntarnos cuestiones como “¿qué le estaría pasando?”, “¿recién se levanta?”, “¿qué acción realiza?”, “¿realiza alguna acción?”, “¿es una mañana, un mediodía o un tarde?”, etc. Pensamos luego en algún objeto característico de esta persona, y nos decidimos por un cuenco con hojas de eucalipto para sahumar. A partir de allí… “¿por qué ella tiene este objeto?”, “¿lo usa sólo para sahumar o hay alguna intención detrás?”, “¿cuándo lo usa?”, “¿cuánto lo usa?”, “¿lo usa en una situación o momento específicos?”. Pensamos entonces, que el hecho de que esta persona haga uso de este objeto podría ser una especie de hábito o “ritual” que realiza en cierto contexto o situación. 

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Continuamos, entonces, hablando sobre el arte, y el vestuario. Queríamos transmitir un momento en que ella se levanta por la mañana, y observa la ventana, quemando unas hierbas en un cuenco para armonizar el espacio luego de una noche movilizante. Desde su mirada queríamos captarla lo más natural posible, con su mirada intensa y su rostro relajado. Optamos por una vestimenta clara, cómoda y suelta, como de dormir, apoyando la idea de que nuestra persona recién se levanta.